La proliferación de vertederos ilegales y acumulaciones de residuos de terceros en las inmediaciones de la infraestructura ferroviaria y sus caminos de acceso es un problema creciente que afecta tanto al medio ambiente como a la imagen del sector ferroviario. Aunque Adif y Emfesa no son responsables directos de estos vertidos, sí asumen la responsabilidad de actuar para mantener la limpieza, la seguridad y la adecuación paisajística de los entornos ferroviarios, en línea con su compromiso con la sostenibilidad y la gestión ambiental responsable.

Emfesa, como empresa especializada en la gestión de residuos y servicios auxiliares para el sector ferroviario, desarrolla de manera continua campañas de identificación, retirada y correcta gestión de residuos depositados ilegalmente en zonas próximas a las vías y caminos de acceso. Estas actuaciones incluyen la localización de puntos críticos, la planificación de operativos de limpieza y la prevención en la reincidencia de los vertidos.

La intervención de Emfesa va más allá de la simple recogida de residuos. El proceso comienza con una inspección detallada de las áreas afectadas, donde se identifican los tipos de residuos presentes, que suelen incluir escombros de construcción, neumáticos, plásticos, electrodomésticos y restos vegetales, entre otros. Posteriormente, se procede a la retirada selectiva y segura de los materiales, asegurando su transporte a gestores autorizados para su reciclaje o eliminación conforme a la normativa vigente.

Una vez limpia la zona, Emfesa realiza labores de adecuación paisajística, restaurando el entorno para devolverle su estado original o, incluso, mejorarlo. Esta labor es fundamental no solo para preservar el medio ambiente y la biodiversidad local, sino también para proteger la imagen y reputación de Adif, que a menudo se ve perjudicada por la presencia de estos vertidos, pese a no ser la entidad responsable de su origen.

Gracias a estas iniciativas, Emfesa contribuye de manera decisiva a la mejora del entorno ferroviario, promoviendo la economía circular, la responsabilidad ambiental y la colaboración ciudadana. Asimismo, estas actuaciones refuerzan la confianza de la sociedad en Adif y en la gestión pública del ferrocarril, demostrando que la protección del entorno es una prioridad compartida por todos los agentes implicados.